Históricos de la Fórmula 1 recuerdan al brasileño, tricampeón de la categoría y dueño de un carisma único, que se mató en Imola el 1° de mayo de 1994.
Ayrton Senna, en el Gran Premio de Australia de 1994
Más que un ídolo, es un mito. A 25 años de su muerte en el circuito italiano de Imola, el 1° de mayo de 1994, el brasileño Ayrton Senna es una verdadera leyenda de la Fórmula 1. “Creo que Ayrton no pertenece al grupo de las celebridades. Está un paso por encima. Está en una categoría mítica que trasciende el tiempo y el espacio“, le contaba su hermana Vivianne a la agencia AFP en 2014.
Cinco años después, Lewis Hamilton reafirma esa idea cuando se le pregunta por el piloto que le “sirvió de inspiración” cuando era un niño.”Es un héroe y lo seguirá siendo siempre -dice el pentacampeón de la máxima categoría-. No conocía bien su personalidad, así que lo que me gustaba es más lo que él representaba, aquello contra lo que se alzaba y de lo que era capaz de hacer al volante”.
Nacido el 21 de marzo de 1960 en San Pablo, Ayrton Senna da Silva disputó 161 Grandes Premios entre 1984 y 1994 con un balance de 3 títulos mundiales con McLaren (1988, 1990 y 1991), 41 victorias, 65 pole positions, 80 podios y casi 3.000 vueltas al frente en las carreras.
Estadísticamente, fue menos veces campeón que Michael Schumacher (7 títulos), Hamilton y Juan Manuel Fangio (5), Alain Prost y Sebastian Vettel (4), pero lo esencial está en otra parte.
Ayrton Senna junto a Juan Manuel Fangio.
“Lo que me asombra es hasta qué punto Senna todavía está presente. No pasa un Gran Premio sin que sea mencionado o aparezca en una pancarta“, apunta el periodista francés Lionel Froissart, cercano al brasileño.
“Eso dice mucho de su personalidad. Forma parte de esos personajes excepcionales tocados un poco por la gracia divina. Imponía de manera natural una distancia, una especie de aura. Teníamos la misma edad, pero nunca lo habría golpeado en la espalda”, describe.
Su manera de ser, modesta y orgullosa a la vez, esa mezcla de agresividad total en la pista y de sensibilidad afuera, ha quedado en el recuerdo. “Era un piloto excepcional, con un encanto particular. La combinación de estas dos cualidades hacía de él una leyenda ya en vida“, profundiza el austríaco Gerhard Berger, compañero de equipo y amigo.
La rivalidad del brasileño con “el profesor” Prost, con quien compartió escudería en McLaren en 1988 y en 1989 y al que luego enfrentó hasta el retiro del francés a fines de 1993, los convirtió en celebridades, pasando a ser conocidos no sólo por los aficionados de este deporte.
“Vimos llegar a los grandes medios de comunicación porque existía esta batalla humana entre dos pilotos de carisma, cultura y educación distintas“, recuerda Prost.
“Yo gané muchas carreras y campeonatos sin él, pero nuestra historia está completamente ligada“, le dijo a AFP. “Tras la muerte de Ayrton, yo diría que la gran mayoría de los seguidores de Senna se unieron a una historia común, no al Prost contra Senna”, confesó el francés.
Trascendieron detalles de una reunión de Ayrton Senna con Ferrari 4 días antes de su muerte
La muerte en directo del brasileño durante el Gran Premio de San Marino, último drama de un fin de semana ya trágico, porque su compatriota Rubens Barrichello había sufrido un grave accidente el viernes y el austríaco Roland Ratzenberger había muerto el sábado, provocó un gran impacto y terminó por construir su leyenda.
“Era un buen ser humano, con principios y valores”, rememora Ron Dennis, su jefe en McLaren. “Fue realmente bueno todo el tiempo que pasó en este planeta. Es duro encontrar un aspecto positivo al hecho de que tuviera un accidente y perdiera la vida, pero eso también quiere decir que no asistimos a su declive”, sostuvo en una frase por lo menos extraña.
Saliendo desde la pole position, Senna estaba al mando de su Williams-Renault cuando chocó contra el muro de cemento de la curva de Tamburello en la séptima vuelta. Tenía 34 años. Eran las 14.17 del 1° de mayo de 1994. Pasaron 25 años.
AFP
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