El número 10 con el que Fernando Alonso ganó la edición de 2019 repitió triunfo con Van der Zande, Kobayashi, Briscoe y Dixon al volante. García, 4º en GTLM
Fiabilidad frente a velocidad. Cadillac sabía que poco tenía que hacer en las 24 Horas de Daytona, la cita que abre el IMSA 2020, frente a la potencia japonesa de Mazda y Acura (el segmento de lujo de Honda) si los prototipos nipones no tenían fallos mecánicos o accidentes, escenarios que sí sucedieron en la pista de Florida. La mítica firma de Detroit apostó por la experiencia y la eficacia de sus coches, y el resultado no pudo ser mejor: victoria para la marca norteamericana… por cuarto año consecutivo.
Ganó el dorsal 10, el mismo con el que Fernando Alonso se llevó el triunfo en 2019 y con dos de sus compañeros del pasado año, el neerlandés Renger van der Zande y el japonés Kamui Kobayashi, también en lo más alto del podio. Los dos nuevos que sustituyeron en la foto vencedora al asturiano y al norteamericano Jordan Taylor fueron el australiano Ryan Briscoe y el neozelandés Scott Dixon. Además, el cuarteto del Wayne Taylor Racing batió el récord histórico de la prueba al dar 833 vueltas al trazado.
Por detrás quedó el Mazda 77, que salía en la pole, con el británico Jarvis, el norteamericano Nunez y el francés Pla al volante; y tercero acabó otro Cadillac, el número 5 pilotado por el portugués Barbosa y los franceses Bourdais y Duval. Mucho menos emocionante y competida resultó la segunda categoría, LMP2, donde únicamente finalizaron la prueba cuatro coches con el triunfo del Oreca 81 de los británicos Ben Hanley y Harrison Newey (hijo de Adrian, gurú de Red Bull), el sueco Henrik Hedman y el estadounidense Colin Braun.
La gran esperanza española era Antonio García en GTLM. El madrileño de 39 años, ya ganador de la mítica prueba de Resistencia en su categoría y también en la clasificación total en 2009, luchó junto a sus compañeros, el norteamericano Jordan Taylor y el neerlandés Nicky Catsburg, pero finalmente se les resistió incluso el podio y finalizaron en la cuarta posición de la categoría, el decimosexto en la general final de la 58ª edición.
En GTD, la doble esperanza de los nuestros se vio rápidamente frustrada con el accidente del Aston Martin Vantage 23 de Álex Riberas, que les dejó fuera de combate, y los problemas mecánicos en el Lamborghini Huracán 11 de Albert Costa, que finalmente acabaron 14º, 33º total. El hermano del GT del barcelonés que era 100% femenino con la colombiana Calderón, la británica Legge, la danesa Nielsen y la suiza Frey abandonó.
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