El violento accidente de George Russell y Valtteri Bottas que forzó la bandera roja a mitad de la prueba en Ímola no tuvo culpables oficiales, fue “incidente de carrera” para los comisarios, aunque sí oficioso. La maniobra del joven británico fue temeraria por el estado del asfalto y el poco futuro que tenía, para un Williams, querer disputar la posición a Mercedes. Al menos eso se desprende de las declaraciones de Toto Wolff, que es juez y parte porque está al frente del equipo de Brackley, pero también es el gestor de la carrera deportiva de Russell.

El inglés de 23 años, muy molesto con el taponamiento de Bottas, dio a entender que “no se hubiera defendido así” contra otro piloto, teniendo en cuenta que ambos se disputan un volante en Mercedes para 2022 junto a Hamilton, si Lewis quiere seguir el año que viene. Para Valtteri, de 31 años, es una teoría conspiranoica (“no he traído mi sombrero de papel de aluminio hoy”, dijo como burla). Para Wolff, directamente, “una gilipollez”.

“Valtteri no debía estar ahí ni George hacer esa maniobra”

“No nos divierte mucho esto. Nuestro coche está amortizado, pero en un entorno de techo presupuestario esto no es lo que nos hacía falta, hay que tirar un coche a la basura, y posiblemente limitará las mejoras que seremos capaces de introducir. El hecho de que acabásemos así, perdiendo el coche en lo mojado, sin que hubiera contacto y con los dos coches fuera, no es lo que esperaba ver”, manifestó, enojado, el dirigente austriaco.

“Hablaré con George y le explicaré mi opinión. Nunca hay un culpable al cien por cien y otro que no tiene ninguna culpa. No debió suceder, Valtteri no debía estar ahí después de 30 vueltas malas ni George debía haber iniciado esta maniobra en una pista que se estaba secando y contra un coche de Mercedes. Un piloto de desarrollo (de Mercedes) nunca debe perder la perspectiva”, sentencia, con “mucho que aprender de esto”.

Russell rectifica y se disculpa

El inglés de Williams escribió un mensaje en sus redes sociales para disculparse por su actitud tras el accidente con Bottas: “Ayer no fue mi día más orgulloso. Sabía que podía ser una de nuestras mejores oportunidades para sumar algunos puntos esta temporada y algunas veces tomas riesgos. No dio resultado y asumo la responsabilidad de eso. Habiendo tenido tiempo para reflexionar sobre lo que pasó después, sé que debería haber manejado la situación mejor. Las emociones pueden ser altas en el calor del momento”.

“Pido perdón a Valtteri, a mi equipo y a todos los que haya decepcionado con mis acciones. Eso no es lo que soy y espero más de mí mismo, como sé que otros también lo hacen. He aprendido algunas duras lecciones este fin de semana y saldré de esto como mejor piloto y persona por la experiencia. Ahora, me centro en Portugal y en la oportunidad que tengo de demostrar realmente quien soy. Gracias por los mensajes, tantos los positivos como los negativos. Me ayudarán a crecer”, finaliza Russell.