De Vries gana en Cheste en un final inédito: ¡todos sin batería!
El de Mercedes se impone en la carrera más esperpéntica de la historia del Mundial al quedarse la mayoría de coches sin potencia en la última vuelta.
Una multitud de paraguas llenaba la parrilla de Cheste, una mala noticia para los pilotos y una buena para los aficionados, porque ya se sabe eso de que nunca llueve a gusto de todos. Lo hizo con intensidad antes de la salida de la primera carrera de la historia de la Fórmula E en España y eso cambió el panorama, sobre todo el de Vandoorne, castigado a salir el último tras hacer la pole por un problema de correlación con sus ruedas que aprovecharía su compañero De Vries para heredar el primer puesto en meta, y el liderato del Mundial… tras un final tan inédito con esperpéntico.
De esta forma, con el más rápido al fondo de la parrilla, Da Costa vio su segundo puesto transformado en pole, libre de molestas cortinas de agua por delante y con el Safety Car llevando el ritmo en la salida. Una vez se apartó el coche de seguridad y comenzó la acción, poco tardó en tener que volver a salir de nuevo, porque en la misma vuelta, Lotterer golpeaba por detrás a Buemi en las apreturas de la curva 8, donde se recorta el circuito, acabando con su carrera. No hacía falta lluvia para que hubiese líos en esa zona…
Los mismos que no faltaron después y que tan bien le vinieron a Da Costa, que se marchaba en el liderato mientras De Vries, Guenther y Lynn tenían las suyas por la segunda plaza hasta que el alemán perdió el control de su BMW y acabó en la grava. Safety Car de nuevo a pista. Tras él, el sábado del portugués de DS Techeetah no fue tan plácido como podría esperar con De Vries metido en su rebufo y otro toque entre Sette Camara y Vandoorne que mandó al brasileño a la grava y requirió de nuevo la tarea del coche de seguridad.
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