Puede que sean otros los que tengan colgado el cartel de favoritos, pero si de alguien se va a hablar en el Dakar 2022 es de Audi. No puede ser de otra manera. Su llegada ya sería de por sí suficientemente potente para que así fuera, pero además hay que sumarle la forma en la que lo hacen: con un complejo todoterreno híbrido y una alineación de lujo. AS, con otros medios españoles y europeos, tuvo la oportunidad de conocer de primera mano el RS Q e-tron y de analizarlo con Sainz, Peterhansel y Ekstrom en la sede de la firma alemana en Neuburg.

“Está siendo un reto muy complicado para todo el equipo por la complejidad del coche, pero hemos trabajado bien. Teníamos que movernos despacio, pero a la vez con prisa”, asegura el madrileño, que explica “deber ser muy preciso” para afrontar un desarrollo así en tan poco tiempo: “No puedes dudar, tienes que usar cada kilómetro que tienes para dar tu feedback y marcar las prioridades. Hemos conseguido lo máximo en el tiempo que teníamos“. Sobre todo, centrándose en la fiabilidad, “que es lo importante en una carrera tan dura”.

Después de 14 victorias en el Dakar, Peterhansel no se veía embarcado en un proyecto así. “Si me preguntan hace unos años, hubiera dicho que no habría sido posible verme conducir un coche eléctrico, pero quizá me divierto más con este coche que con uno normal”, admite el francés, que no ve una amenaza en sus compañeros porque “el principal rival no está en el equipo, si no fuera”: “Hay un gran espíritu de equipo, llevo trabajando siete años con Carlos buscando siempre el mejor resultado para el equipo, y con Mattias es igual”.

Por su parte, el sueco está encantado de “sentirse un rookie” y junto a ellos, pero sobre todo de lo que aprende: “Stéphane y Carlos son dos leyendas, en estos meses he aprendido sobre una nueva categoría más que nunca en mi vida”. Eso es mucho decir viendo su exitosa carrera en el DTM y el rallycross, pero tras debutar en el anterior Dakar aún se siente un recién llegado y en especial pone el foco en la navegación: “Es fácil perderse y no importa lo buen piloto que seas si no vas en la dirección adecuada. Si te estresas, cometes más errores”.

Juntos han sumado unos 8.500 kilómetros de test, muchos en la arena de Marruecos, y están convencidos de cuál es el punto fuerte del Audi: las dunas. “Es una ventaja concentrarte solo en la conducción y no en cambiar de marchas. Es súper efectivo en las dunas, incluso aunque sea más pesado”, dice Sainz. “Puedes surfear en ellas, siento que mi estilo está cambiando y puedo ir mejor que antes, soy menos agresivo”, opina Peterhansel. “Lo bueno es que tienes una respuesta inmediata y no puedes calar el coche”, añade Ekstrom.

Ganar a la primera, ¿una opción real?

La gran pregunta es sí pueden ser unos aspirantes reales a la victoria en su primer año en el Dakar. Carlos es el más optimista: “Siempre lo piensas. El primer año con un coche es difícil, un reto descomunal, pero si alguien lo puede hacer es Audi. Saldremos sin tener una referencia de dónde estamos, porque no hemos podido competir, pero deberíamos estar en un nivel razonable”. Para Stéphane, sin embargo, conquistar el Dakar 2022 ” sería una sorpresa”: “Pero espero que podamos ir a hacerlo el siguiente”.

Ekstrom prefiere no mojarse, pero quien si lo hace es Sven Quandt, el jefe de Q Motorsport que dirige el equipo: “Si acabamos nos sentiremos ganadores. Estaría bien ir a ganar pero, honestamente, no lo veo. Esperamos hacerlo en algunas etapas, pero más no lo veo realista. No estaríamos en este deporte si no quisiéramos la victoria, pero hay que saber que con este coche tan complejo podemos estar felices si acabamos. Para el segundo, sí que podremos pensar en la victoria”. Veremos lo que dicta la arena.