La cita de este año se ha trasladado 700 km al norte, a la región de Västerbotten, desde su sede tradicional en Värmland, en busca de nieve y hielo garantizados para acoger la única prueba puramente invernal del WRC.
La ciudad anfitriona, Umeå, está más cerca del Círculo Polar Ártico que la capital, Estocolmo, y la información de los test y las previsiones previas al evento sugieren que no habrá escasez de materia blanca.
Todos los equipos han probado en el norte del país, pero en condiciones diferentes. Hyundai Motorsport y Toyota Gazoo Racing corrieron en un clima mayormente seco en Suecia, mientras que el piloto de M-Sport Ford, Craig Breen, completó su test en condiciones de casi ventisca cerca de Kall.
Tom Fowler, de Toyota, comenta: “Por lo que hemos visto, las condiciones son bastante buenas: los bancos de nieve están en buen estado. En comparación con algunas de las condiciones que hemos visto a lo largo de los años, parece que vamos a disfrutar de un rallye invernal de verdad”.
Las previsiones a largo plazo hablan de la posibilidad de que se produzcan fuertes nevadas durante los reconocimientos y en la fase previa a la prueba, con temperaturas que caerán hasta los -15°C por la noche y que permanecerán muy por debajo del punto de congelación durante el día.
El director del equipo M-Sport Ford, Richard Millener, asegura: “Estamos pendientes del tiempo, pero tiene muy buena pinta. Nuestro test previo fue en Kall y tuvimos unas carreteras realmente buenas y un tiempo mixto: algunos días con nieve y otros sin ella, así que estaremos preparados para lo que venga.
“Obviamente, si nieva mucho antes del evento, los coches que salgan en primer lugar tendrán problemas. Craig saldrá segundo, lo que no es tan malo como salir primero. Esperemos y veamos”.
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