‘Il capitano’ de la casa de Noale remata un fin de semana perfecto desde la pole y lidera el 24º triplete español, completado por Martín y Rins, con Mir cuarto.
Día para la historia el del GP de Argentina de MotoGP, el de la primera victoria mundialista de Aleix Espargaró y el del primer triunfo de Aprilia en la clase reina. En su GP número 200 en la máxima categoría, el mayor de los Espargaró se ha quitado el sambenito de ser el único piloto de la parrilla que no había ganado al menos un GP, fuera en la categoría que fuera. Pues bien, ya la tiene, y de ley.
El de Granollers partía desde la pole como máximo favorito, porque también había sido el más rápido en un warm up extraordinario de 40 minutos, el doble de lo habitual, y batió a su amigo Jorge Martín en un duelo que se decidió a cinco vueltas del final. Normal que el papá de Mía y Max llorara en la vuelta de honor como un niño, de felicidad, y que hiciera su equipo lo propio desde el muro. Todos eran conscientes de que acababan de hacer historia y que se abre una nueva era para la casa de Noale y para su capitano, como le llaman en la fábrica italiana a Aleix.
El único pero que se le puede poner al #41 es la salida, porque llegó tercero a la primera curva, superado por Martín y su hermano Pol, que salió muy bien desde la cuarta plaza. Sin embargo, el pequeño de los Espargaró acabó la carrera demasiado rápido, porque se cayó cuando marchaba cuarto en la decimocuarta vuelta. Al del Repsol Honda le quedó el consuelo de ver ganar por fin a su hermano, lo que le emocionó y lo que pareció claro en todo momento, porque siempre se le vio muy cómodo detrás de Martinator.
Sólo hubo una ocasión en la que Aleix generó una duda, cuando en la décima vuelta se fue un pelo largo en la primera frenada y el madrileño se le marchó a 1.1 de distancia. Sin embargo, el catalán recuperó rápido el terreno perdido y comenzó su ataque en la vuelta 28. Lo hizo en la recta previa a la curva 5, pero entró algo colado y salió abierto de ese viraje, con lo que Martín volvía al primer puesto. A la vuelta siguiente, se repetía la historia en el mismo punto. Y una más tarde, a cinco del final y de nuevo en el mismo punto superó a su rival y amigo para marcharse ya en solitario hacia la meta. Ya sólo le quedaba recibir su primer banderazo como ganador. Lo hizo con 0.807 de ventaja sobre el Jorge, que partía segundo y segundo acabó, en lo que fue su primer podio de la temporada.
También tuvo acceso al cajón, como tercer clasificado, Rins, que se quedó a sólo medio segundo del segundo clasificado y batió a su compañero Mir por cuatro segundos. Los tres de cabeza firmaron el 24º triplete español de la historia en la clase reina y con el cuarto de Mir se consumó la cuarta vez con cuatro de los nuestros delante. No hay mejor forma de acabar con una sequía de victorias españolas en MotoGP que se ha prolongado durante cuatro carreras, demasiado para la mayor potencia mundial sobre dos ruedas.
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