Mercedes y McLaren esperan un castigo ejemplar a Red Bull para “mantener la integridad de la F1″. En Brackley se saltarán las normas si no hay sanción severa.
La FIA confirmó el rumor y eso significaba que Red Bull y Aston Martin habían cometido irregularidades a la hora de confeccionar sus presupuestos de 2021. Con el tope presupuestario limitando y condicionando el desarrollo en todas las fábricas, la escudería energética se dio la licencia de superar el tope y el resultado ha sido un monoplaza ganador con el que Verstappen se ha convertido en bicampeón del mundo. La consolidación del neerlandés ha coincidido con la bajada de rendimiento de Mercedes en una temporada de cambios, donde los de Brackley tardaron más de lo esperado en encontrar la dirección correcta debido a la necesidad de gestionar cada inversión. Un detalle que no cuidaron tanto en Milton Keynes.
Como resultado, la emisora holandesa Ziggo Sport afirma que tanto Red Bull como Aston Martin se enfrentan a una multa de 7.5 millones además de restricciones en el uso del túnel de viento el próximo año. Todavía no es oficial, pero esas eran las penalizaciones que se estimaban desde un primer momento y que generan el descontento de Mercedes y Ferrari. La escudería de Brackley ha sido la más crítica con las posibles sanciones que están por anunciarse y su desacuerdo les ha llevado a desafiar de nuevo a la Fórmula 1. Toto Wolff, jefe del equipo, entiende que ese castigo “no es justo porque se puede comprar el derecho a hacer trampa pagando una multa”.
El ingeniero austriaco estimó que Red Bull superó el techo presupuestario por “más de dos millones” de los 145 marcados en la normativa. Una cifra que podría quedarse corta ya que con la cantidad invertida por parte de los de Milton Keynes, se entiende que aproximadamente podrían haber desarrollado de manera paralela dos coches en un mismo año. Para Wolff lo que “aparentemente es una infracción menor, tiene un gran impacto en el campeonato”. El jefe de filas de Mercedes cuenta en Sky Sports como ellos están “utilizando piezas usadas” y han “despedido a más de 40 personas”: “No estamos desarrollando lo que podríamos. Hacer el tope fue un enorme proyecto. No sé cuántos millones tuvimos que reestructurar para estar por debajo del tope”, para poder cumplir con las reglas. Esas, que incumplirá si la sanción que se estima para la escudería energética se termina haciendo oficial.
¿Qué harán en Brackley a partir de ahora? Por el momento esperar a que la FIA comunique su decisión y si ésta es la esperada, pasar a la acción. Si las “trampas” de Red Bull se saldan con una multa económica, Mercedes preparará y planificará “un presupuesto adicional para restaurar el rendimiento y volver a la cima”. Las flechas de plata quieren ganar de nuevo y si simplemente es el valor monetario aquello que se lo impide, ese factor no será un problema para ellos a partir de ahora a menos que la Federación actúe del modo en el que esperan desde Alemania.
McLaren se queja por escrito
Toto Wolff no ha sido el único jefe de equipo en alzar la voz en lo relacionado a las infracciones de Red Bull. Zak Brown también ha salido al paso redactando una carta a la que ha tenido acceso la BBC, que estaba dirigida al presidente de la FIA, Mohammed ben Sulayem, con copia a Stefano Domenicali. Fechada en el pasado 12 de octubre, en ella el dirigente americano pide a la Federación una vigilancia estricta de los gastos de todas las escuderías y la comunicación de “las penalizaciones correspondientes” a aquellos que superen el límite, para “mantener la integridad de la F1″.
El jefe de McLaren considera “clave” ese control para el futuro del Gran Circo, pues “cualquier equipo que haya gastado más de la cuenta se ha ganado una ventaja injusta tanto en el desarrollo del coche actual como en el del próximo año”. Brown es muy claro a la hora de hablar sobre aquellos que superan el límite de gasto, pues no concreta ni hace referencia en el escrito a Red Bull y Aston Martin, ya que prefiere lanzar un mensaje generalizado que sirva para cualquier escudería. Para el americano “la violación de gasto extra supone hacer trampas y aportan una ventaja significativa en las reglas técnicas, deportivas y financieras”, que pretenden evitar con sanciones severas que esperan los máximos representantes del resto de equipos.
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