El ritmo de clasificación es lo más difícil de encontrar para un piloto. En la Fórmula 1 es el aspecto más crítico para hacerlo bien. Si no puedes clasificarte bien, es difícil progresar lo suficiente en la carrera. Es bastante raro que un piloto anote puntos desde más abajo en el orden en estos días, a menos que esté en un auto rápido fuera de posición.

En los días de antaño teníamos más coches de seguridad, más abandonos y, por lo tanto, más imprevisibilidad en las carreras. Ahora el nivel de conducción es tan alto que los conductores no cometen muchos errores, y cuando ocasionalmente lo hacen, los autos suelen ser lo suficientemente fuertes como para absorber el contacto. Además de esto, los autos rara vez se descomponen ahora.

Pero Colapinto ha demostrado que no solo tiene un giro de velocidad, sino que también es capaz de encadenarlo en una vuelta larga y técnica. Ha igualado a su respetado compañero de equipo en Williams, Alex Albon, por un ritmo de una vuelta increíblemente bien hasta ahora, incluso clasificándolo en Bakú.

Para un novato, esa es una señal increíblemente alentadora. Fundamentalmente, tiene el ritmo, que es la base de los resultados en la Fórmula 1, y Alex Albon es un excelente punto de referencia para medir en el otro coche. Hemos visto cómo puede destruir las carreras de los pilotos menores.

En la era moderna de la Fórmula 1, probablemente esperarías que los novatos siguieran siendo toscos, especialmente en el caso de un piloto que ha saltado a mitad de temporada y no ha tenido ninguna prueba o pretemporada para ponerse al día. Los Grandes Premios son largos y muy dinámicos. Se requiere mucho para completar el trabajo un domingo.

Las salidas de carrera son un componente crítico de esto, pero Colapinto ha demostrado que esto no es un problema para él. En Monza y Bakú sus salidas fueron sólidas y en Singapur, aunque su lanzamiento no fue realmente bueno, su primer movimiento en la curva fue brillante, ya que su exuberancia juvenil envió una frenada tardía por el interior de cuatro autos.

Estaba perfectamente medido. El piloto argentino logró que el auto se detuviera en el vértice, no se desvió hacia ningún auto que posiblemente lo colgara por el exterior y ganó todos esos lugares, para frustración de la pareja de Williams del próximo año, Carlos Sainz y Albón, que perdieron.

Otro día, con diferentes niveles de agarre, podría haber sido un adelantamiento más incompleto, pero con el agarre mejor por dentro que por fuera en Singapur, valió la pena. En un circuito en el que es increíblemente difícil adelantar, era un riesgo que merecía la pena, empezando desde fuera del top 10.

Colapinto recibió elogios de Sergio Pérez durante la carrera (vea el clip a continuación), ya que el mexicano elogió su conducción mientras seguía al hombre que corrió en noveno lugar al principio. Sin embargo, mientras lo veía, no pude evitar sentir que estos primeros actos heroicos iban a terminar en lágrimas.

Estar empujando tan duro como claramente lo estaba, en un circuito tan exigente como Singapur, y en la carrera más larga del calendario fue audaz, pero para crédito de Franco lo mantuvo fuera de las barreras, y aunque admitió haber sido físicamente destruido al final de la carrera, llegó a casa justo con Pérez en un encomiable 11º lugar.

El hecho de que estuviera dejando atrás a Pérez antes de su parada en boxes también dice mucho de su ritmo de carrera. Lo único que lo decepcionó fue el undercut del mexicano, que se debió en parte a que Red Bull tuvo una parada en boxes superior a Williams, pero también en parte por un pequeño error en la vuelta de Colapinto que le costó un tiempo crítico, por lo que claramente todavía hay algunos detalles que el argentino debe aprender.

Pero en general, no puedo enfatizar lo impresionante que ha sido este inicio de tres carreras para un piloto que nadie esperaba que estuviera en la Fórmula 1 este año. Creo que nunca he visto a alguien que me sorprenda con el nivel de sus primeras actuaciones tanto como Colapinto y la lógica dice que debe estar asegurando su futuro en el deporte.