Se trata de un circuito muy conocido por todos ya que es el 44º GP que se celebra en el Gilles Villeneuve (antes Île Notre-Dame) y sólo Spa, Silverstone, Mónaco y Monza han acogido más veces la F1. El pit lane de 405 metros es muy largo pero el tiempo empleado en una parada en boxes no es especialmente elevado ya que los pilotos se ahorran pasar por la última chicane entrando directamente en el pit lane y además la salida de boxes se encuentra en la curva dos, lo que evita tener que sortear la primera curva. Por todo ello, es más que factible hacer dos paradas sobre todo viendo que Pirelli lleva este año a Montreal los superblandos C6 buscando incluso la tercera. Es habitual el mal tiempo y combinar gomas de seco con las de agua como ocurrió el año pasado que salieron con intermedios y acabaron con lisos pero este año ‘parece’ que no va a llover por lo que tomaremos como referencia la carrera de 2023 con dos pits para medios-duros-medios, 5 adelantamientos normales y 12 en alguna de las tres zonas DRS. El Circuito Gilles Villeneuve se considera tradicionalmente exigente con los frenos, similar al GP de Austria, aunque no suele ser un problema porque la distancia por vuelta es mayor y los frenos tienen más tiempo para disipar la temperatura. Otra particularidad es el muro a la salida de la última curva ha sido apodado ‘El Muro de los Campeones’ desde 1999, cuando Damon Hill, Michael Schumacher y Jacques Villeneuve pasaron a ‘saludarlo’; veremos este fin de semana quienes tienen esa deferencia. Ojo a los horarios que las Qs son el sábado a las 17:00 y la carrera a 70 vueltas el domingo a las 15:00.
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